martes, 11 de marzo de 2014

Gala Provincial del Deporte Turolense 2014. Premios 2013...


Los escaladores turolenses Javier Magallón Civera y Luis Torrijo Pardos fueron galardonados este pasado viernes 7 de marzo con el premio al MÉRITO DEPORTIVO de los que concede el Jurado de la Gala Provincial de Deporte Turolense.

El acto tuvo lugar en la localidad de Alcalá de la Selva (Teruel) y a él acudieron personalidades, numerosos medios de comunicación y deportistas venidos desde todos los rincones de la provincia, destacando la presencia del motociclista originario de Valdealgorfa Alex Rins, subcampeón del mundo de Moto3, que recogía el Premio Especial.

Javier y Luis consiguieron el premio gracias a la finalización con éxito del proyecto de escalada clásica "100 puntas inaccesibles de Teruel", cuya consecución conllevó además llevar a cabo un potente trabajo de investigación de los objetivos marcados que comenzó en el año 2010 y que culminará con la edición de un libro-guía que saldrá a la luz durante este 2014.

Es la primera vez que la ESCALADA recibe un galardón de este tipo en el evento turolense, cuyos andares comenzaron allá por el año 1966.

 
 Recibiendo el premio al MERITO DEPORTIVO de mano de José Ignacio y Pablo Perruca

Todos los galardonados en la edición 2014


Enlaces "youtube" y "vimeo" de los vídeos resumen de la Gala por cortesía de ECO de Teruel

Entrega de premios. Pincha aquí:

Ambiente de la Gala en fotografías. Pincha aquí:
http://vimeo.com/88564099


Enlace del vídeo intervención JAVIER y LUIS por cortesía de José Antonio Magallón
Pincha en el link:
https://www.youtube.com/watch?v=or7JzThjDFo&feature=youtu.be



domingo, 9 de marzo de 2014

Glamour en la Agulla del Fus.

El pasado 8 de marzo día de la mujer trabajadora, fuimos a Beceite a bajar dos barrancos en la entrada del cañón de las Gubies del Parrizal cuyas vistas en sus aproximaciones son inigualables.
Tere en el último rápel de Les Palanques
Grotesck saliendo del último rápel volado de Les Peoníes
                                                
Les Palanques y Les Peoníes son de esos torrentes poco conocidos y casi invisibles entre la maraña de crestas y agujas de esta parte del Port, que apenas dejan correr el agua en épocas de lluvias.

           
Me emocionó encontrar a una pareja de escaladores iniciando los rápeles que hace ya dos años recorrimos Javier y yo para aproximarnos a la temible base de la Agulla del Fus.  Era mi gran oportunidad para hacer fotos a esta punta desde fuera con gente escalándola. Así que mi cometido se convirtió, aquella mañana, en hacer de reportero de una cordada ajena a la nuestra más que en descender el barranco con mis compañeros. Fueron ágiles, no mucho más que nosotros pero  al mediodía habían terminado y ya estaban en la cumbre, habida cuenta de que pudieron utilizar los anclajes que nosotros en su día dejamos. Les pedí a voces que se levantasen para hacer una foto típica de las nuestras, con los brazos levantados en señal de victoria, pero no hacían demasiado caso. Estaban afanados en otra tarea para ellos más importante. Izaban una maleta desde la base que con una cuerda iban arrastrando por la pared. Al llegar arriba comenzó el espectáculo. 
Un drone apareció entre sus manos y comenzaron a interpretar un papel de actores especialistas en deporte extremo elevando el dispositivo por el cielo mientras los filmaba en derredor. Al poco rato, y tras haber posado con diferentes perspectivas y horizontes maravillosos e insólitos a sus espaldas, hicieron regresar a sus manos el aparato aéreo no tripulado, maniobra que desde un mando a distancia subidos en inestable equilibrio sobre la puntiaguda cima de esta aguja en la que no caben tus pies apoyados completamente, no debe ser tarea fácil. Una vez capturado el eco reproducía los vítores y gritos de alegría de los escaladores animados por otros espectadores de a pie que observaban desde el abrupto sendero equipado del Pas del Romeret, que evita cruzar las gélidas badinas del estrecho a nado. 



Un sentimiento extraño y ciclotímico de alegría y fastidio se apoderó de mí. A mi autoconcepto de mediocridad se unió la evidencia de la falta de recursos que alimenta mi miseria, lo peor y lo que más envidia me dio es pensar que entre los besos que se daban más tarde en cumbre pudieron llegar a hacer el amor. Aunque no puedo asegurar si hubo coito, aquí os dejo algunas fotos para que juzguéis por vosotros mismos.






La Agulla del Fus recién escalada.