Así es, explorando lo más profundo de nuestra tierra te vas dando cuenta poco a poco que no hace falta pretender horizontes lejanos para encontrar paraisos cercanos.
Este finde nos hemos sentido aventureros en nuestra propia casa, el Raspador, el Torrejón, los Menhires y los Morrones han sido los culpables esta vez, pero cuántos más podríamos encontrar por estos lugares??? tendríamos que vivir dos veces para poder llegar a cada detalle, a cada recoveco...
Hoy lunes, aunque agotados físicamente por lo cumplido, podemos afrontar la semana pletóricos, trasladando simplemente nuestra mente a nuestro antojo, libremente, a ese Maestrazgo mágico repleto de rincones por descubrir que nos alejará de nuestros males cotidianos en cada momento. Medicina apta para el consumo humano de forma abundante y en grandes dosis. Tierra de contrastes de escala infinita.
cima del Torrejón en Ejulve
Dormimos en el refugio del Higueral, para nosotros un hotel de lujo en medio de la nada, o mejor dicho, en medio de todo, cuidado cariñosamente por Jordi y su familia, con los que compartimos vino y escaladas al calor del fuego del hogar.
pasamos la noche en el refugio del Higueral, cerca de Ladruñán
El domingo amaneció frío y ventoso, recordándonos una y otra vez que se nos mete ya el invierno, aunque nosotros, animados por nuestra gran pasión, olvidamos por completo todo lo que acontecía a nuestro alrededor, solo la pérdida de sensibilidad en los dedos nos trasladaba nuevamente a la cruda realidad.
Nos despidió el Maestrazgo con la luna llena, invitándonos a contemplar tranquilamente el anochecer, pensativos, reflexionando sobre el mundo y sus devenires, y confirmando que la verdadera felicidad es monopolio de los sencillos.
Luis y Javier en los Menhires de La Algecira rapelando la sur de los Morrones de Ladruñán
terminamos el finde disfrutando del anochecer en el corazón de este Maestrazgo mágico