sábado, 7 de noviembre de 2015

"100 Puntas..." en la DESNIVEL -352- (noviembre/15)...


"100 puntas inaccesibles de Teruel" en la prestigiosa revista de escalada y alpinismo DESNIVEL (‪#‎Desnivel352, noviembre/15), referente internacional en deportes de montaña, creada en 1981 y a la que le ha seguido un sello editorial y una versión digital.
Se trata de una noticia única y exclusiva que surgió a partir de nuestra participación en el Congreso Internacional de Montañismo CIMA 2015 -celebrado a principios de este año en Zaragoza- presentando nuestro proyecto. Coincidimos con el prologuista de nuestro libro Sebastián Álvaro, divulgador y creador del programa televisivo “Al Filo de lo Imposible” que junto a Darío Rodríguez, director de la revista, impartían una interesante conferencia sobre el periodismo y el montañismo auténtico. 
El director de DESNIVEL, reivindicaba el periodismo de calidad y sobre todo "contar historias de vida", Sebas Álvaro hablaba de "pasión, corazón y alma" en la montaña por encima de cualquier otra cosa. Ahí encajó 100 puntas y fruto de aquello resulta ahora un espectacular artículo en las páginas centrales del número correspondiente a este mes de noviembre. Bien planteado y maquetado por José Manuel Velázquez-Gaztelu al que desde aquí le damos las gracias!
Dentro de la revista, concretamente en el apartado "cultura", se hace también una presentación virtual del libro "100 puntas inaccesibles de Teruel" con un enlace a la web de los editores donde se puede hacer una reserva del mismo. 
Los interesados deberán entrar en la web:   http://www.verdeteruel.es/   y rellenar una sencilla ficha con sus datos personales. Se trata del único libro editado sobre escalada en Teruel y provincia, con casi 600 fotos a color, 200 mapas y casi 400 páginas.
Seguro que el artículo, abanderado por una impresionante foto nocturna sobre El Torico, interesa a muchos de los nacidos por estas desconocidas y salvajes tierras turolenses.


miércoles, 19 de agosto de 2015

Uge y las Últimas Puntas de Montoro...

Todo es diferente desde los ojos de Uge...
(Fotos: Uge Fuertes)

Un regalo de Uge que ya guardaremos para siempre en nuestras retinas, y en nuestro corazón...
Mil gracias compañero!!!



jueves, 13 de agosto de 2015

La Última Punta de Montoro...




La Última y los Órganos de Montoro desde el Guadalope

Cuando las cosas salen del corazón y se hacen con las mismas ganas con las que ayer escalamos hasta la cima de La Última Punta de Montoro no hacen falta las palabras para expresar lo que se lleva dentro, no sé
…  el brillo en la mirada, la euforia, una gran sonrisa, optimismo a raudales. Es increíble que seamos capaces de transmitir tanto y tan profundo con los gestos. 

La de ayer no era ni mucho menos la vía más potente de la formación Órganos de Montoro, seguramente trepamos y disfrutamos por una de las más sencillas, y eso precisamente junto con la grandiosidad que la rodea la hará crecer con el tiempo. Decía aquel, la dificultad y exigencia de las vías se gradúa, su belleza no!
Arriba, justo en el borde que separa el cielo y la tierra, donde la roca puso su fin, solo nuestra voz rompiendo el silencio “CIMAAAAAAAA”, pocas veces habíamos gritado tan alto. Algo mágico transformó ese momento, de inmediato una gran paz interior y complicidad por haberlo conseguido de nuevo juntos. 
Unas "selfies" dedicadas desde la cumbre

Aunque antes de irnos tampoco nos pudimos resistir a asomarnos desde el pequeño y curioso "ojal" del piso de abajo...
Gustosamente cansados, ya en el valle, nos bañamos al anochecer en la poza que el Guadalope nos ofrecía junto al pasamanos. Nos bañamos desnudos redimiendo todos nuestros males, dándonos cuenta que cerca de las rocas interpretamos la mejor versión de nosotros mismos. 

Cenamos en Villarluengo con Uge, Marta, Marisa, Alicia y Mizar. Ellos desde fuera, nosotros desde dentro compartimos emociones, porque la escalada no termina en la pared.
Espectadores excepcionales sentados a la sombra de Casa Mazuelos


domingo, 31 de mayo de 2015

La Aguja del Perro de Santolea

 Es difícil pensar en otro nombre para este macro-peñón situado sobre las aguas del pantano de Santolea
Las escaladas más emocionantes, las más comprometidas, siempre fueron también las más controvertidas.
Será que el respeto o incluso el miedo a la dificultad, nos hace sacar lo más oscuro de nuestra alma o que nos vemos tan débiles frente a ella que utilizamos todo tipo de argucias para salvar el escollo. Quizá sólo sea una sensación, pero los nervios de las horas previas a la batalla hacen de la posible victoria una liberación épica muy placentera.
Manolo Soriano estuvo presente en muchas de ellas, a veces junto a nosotros dos y otras por separado en cordada Magallón-Soriano o Soriano-Torrijo.
La aguja del Perro de Santolea fue una de las más importantes y en esta, por ende, ha terminado escalando dos veces, una con Javier y otra conmigo.
Yo llevaba meses soñando con esa grieta ascendente, que aunque muy vertical presenta muchas posibilidades para colocar empotradores y sobre todo porque cuenta con la maravillosa protección de la pared trasera que la cierra a modo de chimenea. A través de ella imaginé que tendría una sensación muy cómoda empotrando el cuerpo entre una y otra cara.
Desde que ví subir por primera vez a Manuel Martínez Pérez como una flecha lanzada hacia el sol y protegido tan sólo con su juego de tascons, he deseado repetirla.

No en vano, Javier Magallón la calificó como una de las mejores vías de nuestro catálogo “100 puntas” y puede que tenga razón.
La adherente roca del Guadalope nos llama del mismo modo que el néctar primaveral lo hace con las abejas melíferas, y aunque sabemos que esta actividad trepadora no tiene ninguna utilidad práctica para la supervivencia, nuestra enorme satisfacción comprende que merece muchísimo la pena. “Mas vale un gusto que cien panderos”.

Las agujas de Santolea, La Crebada, Los Morrones de Ladruñán, Los Órganos de Montoro, Aliaga, Miravete, Villarroya de Los Pinares… esa profunda hilera que destapa el maravilloso valle del Guadalope es considerada ya por nosotros parte de nuestro hogar. Queramos o no, allí se encuentra el corazón del territorio turolense y también el nuestro, atrapado en sus entrañas.

 
 Diferentes momentos de la escalada Magallón-Soriano realizada en abril de 2015


jueves, 9 de abril de 2015

Dar El Palo en Puertomingalvo...

Javier y Luis intentando llegar a la cima del Palo
(Foto: Uge Fuertes)
Por fin me siento ante el teclado del ordenador para intentar escribir unas letras que pretendan ser la crónica de una escalada que he numerado como la punta 110 sin demasiada precisión, puesto que ya hemos perdido la cuenta.

 Javier iniciando la escalada. Peleando con la fisura y los guillomos que crecen en ella.


No sé por dónde empezar ni cómo terminar.
En el Spotify suena La Ley Innata de Extremoduro:
(Foto: Uge Fuertes)






“¿Cómo quieres que escriba una canción?
 Si a tu lado he perdido la ambición.
La canción de que el tiempo no pasara,
donde nunca pasa nada.
Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas,
se paró el aguacero ahora somos flotando dos gotas,
agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor,
me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor.
Volar, volar”.
(Roberto Iniesta)





De la multitud millonaria y milenaria de piedras con las que podríamos encapricharnos en Teruel, hemos vuelto a elegir otra que también es visible desde las vías de comunicación que el hombre frecuenta con sus coches en sus paseos turísticos. Es posible que queden muchas más detrás del horizonte.

Como siempre, para completar las reseñas y orientarlas conforme a la rosa de los vientos, Javier se había intentado informar correctamente:

(Foto: Uge Fuertes)

“Necesito saber.
Dime su nombre,
de dónde sale el Sol
y de qué se esconde”
(Roberto Iniesta)









La peña del Palo se halla descolgada de un acantilado de calizas arenosas provenientes del Cretácico Inferior al lado de la famosa cascada de Arquero en Puertomingalvo,  uno de los pocos pueblos de Teruel que además de albergar varias maravillas en su término municipal, utiliza para su nombre una bonita y sonora palabra panvocálica, al igual que lo hacen Orihuela del Tremedal, Villarluengo y Escorihuela.

Entretenidos con estos juegos de palabras y otros, pasábamos las horas muertas que separan este extremo suroriental del Teruel capital.
Recordábamos palíndromos famosos. A veces me gustaría poder decir sobre las controversias insulsas que nos crean desavenencias “Sé verla al revés”, pero en realidad “No deseo yo ese Don” tengo dentro del alma un guerrero que no se deja fácilmente convencer.
Luchando contra el miedo y contra la gravedad que arrastra también la arena del reloj.

En el primer largo de escalada hacia la cima del Palo hubo mucha tensión. Tanta que por la noche soñé que uno de nosotros caía hasta el suelo. Recuerdo los detalles más terribles de la pesadilla, mi cuerpo desencajado, roto y un dolor envolvente e hipnotizante que ya he sentido en otras fracturas, sangre y agonía.
Pero sin duda alguna, peor que eso sería ver a un compañero accidentarse, soportar sus jadeos e intentar aceleradamente y sin éxito reanimarle, para después impotente llorar amargamente buscando inútilmente, con la mirada clavada en el cielo, algo que pueda cambiar el destino. Me niego a seguir imaginado como dar la terrible noticia a sus allegados.
Otra cima más con Manolo Soriano acompañándonos de nuevo.
(Foto: Uge Fuertes)




Yo deseo cerrar ya este capítulo, con unas últimas fotos subidos sobre las inocentes piedras de Rodenas, invitar a comer a nuestros colaboradores, amigos y compañeros en este viaje y entregar definitivamente todo el material al editor para que publique, de una vez por todas, un libro que lleva un año y medio a punto de salir.

"Ni un paso atrás". El mantra de una rueda de plegaria budista alrededor de las mallas de Javier


No debemos pretender que este proyecto sea eterno.

Decía Hegel que "Quien todo lo desea no quiere nada en realidad, y nada consigue”

Dejemos algunas puntas sin explorar, admitamos que la tierra es demasiado grande para poseerla y abarcarla toda, relajémonos.

“Buscando mi destino,
viviendo en diferido,
sin ser, ni oír, ni dar.

Y a cobro revertido
quisiera hablar contigo,
y, así, sintonizar.”
(Roberto Iniesta)


lunes, 23 de marzo de 2015

Congreso Internacional de Montañismo CIMA 2015...

"100 puntas" estará presente en el Congreso Internacional Montañismo (CIMA2015) que tendrá lugar en Zaragoza del 26 al 28 de Marzo de 2015.

100 PUNTAS INACCESIBLES DE TERUEL
Tema: MONTAÑISMO Y SOCIEDAD
Fecha de presentación:  28-03-2015
Hora: 15:30 h.

(Foto ppal. póster UGE FUERTES)


domingo, 15 de marzo de 2015

ALTARICO CHICUTO (Cañón del río Alcalá)

Cañón del río Alcalá con el Altarico Chicuto colgado en el acantilado izquierdo. (Foto: Uge)
El Altarico al fondo

Amanecíamos sobre la umbría norte del grandioso cañón del río Alcalá. Uge Fuertes, Javier Magallón y yo, de nuevo con vinagre y rosas. Una combinación ya bastante habitual en nuestra relación a ratos placentera con hermosos aromas contemplativos y belleza natural incomparable y otros con cierta acidez y ligeros tonos de sabor agrio. Vinagre y Rosas es también el decimoquinto álbum de estudio de uno de nuestros cantautores favoritos, Joaquín Sabina, de modo que mientras escalábamos no paraban de sucederse momentos evocando versos de sus canciones que impulsivamente nos lanzábamos a canturrear.
Flora eurosiberiana, conviviendo con la propia de las zonas más áridas y frías.
Pinos, tejos y sabinas. 
(Foto: Uge)
El cañón del río Alcalá está excavado entre potentes acantilados rocosos con series de estratificación horizontal muy marcada en las calizas del cretácico inferior, dejando entre pisos estrechas y aéreas fajas donde las cabras han trazado espectaculares senderos con impresionantes vistas de vértigo sobre el río que baja a Cabra de Mora.

Sin duda alguna, en este su último disco en solitario de 2009 (Ro) Sabina (gre), como cita Benjamín Prado en su libro “Romper una canción” sobre la similitud del nombre del autor con el del álbum, los cortes que más nos emocionan son  1.Tiramisú de limón 2.Viudita de Cliquot y 9. Embustera.

El Altarico Chicuto a vista de pájaro

Colgados al pie de los acantilados donde se encuentran enormes mallos y bloques sueltos erguidos en equilibrio gravitacional, que en esta zona llaman Altarico al más grande y Altarico Chicuto a otro más diminuto, sólo la pronunciación engañosa de su nombre me ponía en guardia de nuevo:

“A los quince los cuerdos de atar me cortaron las alas, a los veinte escapé por las malas del pie del altar”

¡Para subirme a los altares estaba yo esa mañana, con cierzo racheado rozando el punto de congelación del agua!
Uge intentando sacar fotos de las suyas entre las rachas de nieve, sol y algarazos también se congelaba y pasó más de tres horas parado esperando nuestras poses de cumbre anclado en otra umbría deseando que se acabase esa eternidad.
Plantarse en la afilada e inestable cumbre no permite muchos bailes.(Foto: Uge)
Subimos al mayor prácticamente a pie y volvimos la mirada al Chicuto. Yo deseaba que de nuevo lo intentara Javier, aunque sus ojos me devolvían trozos de otra canción:

“¿Pero dónde crees que vas? ¿Quién te parece que soy? No mires atrás que ya no estoy”
Él argumentaba que esta vez me tocaba subir primero a mí. Yo no quería que “al borde del precipicio jugáramos a Thelma y Louise” y le canté abiertamente “está noche estrena libertad un preso desde que no eres mi juez, tu vudú ya pincha en hueso, tu saque se enredó en mi red”

A punto estábamos de irnos, en ese tira y afloja que nunca acaba con excusas vanas, hasta que se me ocurrió otra idea para llegar a la cumbre y me arranqué a escalar y a cantar de un tirón una de las que me parecen las mejores obras maestras del de Úbeda.

Por fin los dos en el Altarico Chicuto.(Foto: Uge)
“Siempre voy a tenerte que agradecer
que hayas sido conmigo tan embustera
y me hayas enseñado lo que es querer:
bailar mientras rodamos por la escalera.

Has despejado mis dudas
y has logrado que aprendiese
a ser un perfecto Judas
desde la jota a la ese.

Contigo he comprendido que la humedad
es algo que se seca y se olvida
gracias a ti he sabido que la verdad
es sólo un cabo suelto de la mentira.

Por eso sé que perderte
no era quedarse sin nada,
la muerte es sólo la suerte
con una letra cambiada.

Embustera,
tu corazón es una cremallera de Christian Dior,
blanqueas emociones traficas con botones
pierdes con mi perdición.

Dormir contigo es repetir francés en una facultad
donde un Miró parece una esquela
y enseñan cuánto mide la oscuridad:
sumando pesadillas y duermevelas.

Hoy llamo a las rosas pan
y al vinagre desatino;
las mujeres que se van
se quedan en el camino.

Por mucho que me duela, debo admitir
que otras me ven sin ropa y tú desnudo.
Será mucho mejor, si pretendo huir,
cortar la cuerda, deshacer el nudo.

Ya no juego en tu tablero.
He roto nuestra baraja.
Sólo diré que te quiero
si es a punta de navaja”


A la bajada decidimos que ya podíamos irnos tranquilos a tomar un café al bar más próximo pues habíamos terminado la faena, (hasta la fecha no ha habido ninguna punta propuesta en la que no hayamos posado nuestros pies en su cima) y además también estábamos sanos y salvos de nuevo.

Momentos de desconexión visual casi absoluta (Foto: Uge)
Llegamos los tres al bar de la urbanización Virgen de la Vega, donde una enorme estufa consumía grandes troncos de pino sin parar, dando al aire un ambiente más que acogedor, habida cuenta de los gélidos vientos que habían hiperventilado nuestras siluetas.

¿Cuál fue nuestra sorpresa? En la barra había una bandeja con tiramisú, un postre de los dueños del bar que pretendían comerse pues era un obsequio de una amiga repostera.
Javier miraba con ojos golosinos y preguntaba al camarero repetidas veces por el contenido de la bandeja. “Si no le doy un trozo se me va a poner malo” contestó el camarero y acto seguido sacó entre los cafés, un cuenco con tres cucharillas y un trozo de aquel preciado tesoro que no nos quiso cobrar. Yo de nuevo me arranqué:

“Tiramisú de limón
helado de aguardiente
muñequita de salón
tanguita de serpiente”


Veuve Cliquot es un prestigioso champagne francés que debió recordar Sabina al componer su disco y en concreto su segunda canción.

Desde hace tiempo Javier me dice que soy indomable y puede que tenga razón:

“a los treinta fui de armas tomar sin chaleco antibalas”

siempre me gustaron las aliteraciones con muchas erres:


“Nunca suple templar la guitarra que embrida mi potro”

“me compró una tormenta después de robarme el abrigo”


y protesto por todo cuestionándome si los míos alguna vez tuvieron la razón. Así que al grito de  “Allons enfants de la patrie” yo también utilizo esta estrategia


“Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga”.