El meandro del río Martín desde la cima del Peirón en Obón
Pero sobre el modo concreto de hacerlo se ha discutido mucho y se seguirá discutiendo mientras el hombre sea escalador.
De paso nos subimos al Peirón de Carnerón Javier escalando en la norte de la punta
Disfrutando de esta luminosa primavera desde la cima
En cambio los hay que prefieren colocar anclajes permanentes utilizando taladros con los que agujerear cada dos o tres metros orificios cilíndricos en los que encajarán perfectamente pernos metálicos irrecuperables que servirán para hacer muchísimo más segura la ascensión y para dejar más claro el itinerario a los que deseen escalarlo posteriormente, convirtiendo así la ruta o vía en una escalada deportiva.
Luis en la excelente y segura roca de Huesa del Común
Dos torres dominando el valle del río Aguasvivas
Desafiando la gravedad...
Para acceder a nuestras puntas la opción más económica en tiempo y dinero ha tenido que ser generalmente la escala clásica, aunque aludiré al refrán “en la variedad está el buen gusto”, porque aunque no sea mi preferido, todavía puedo agradecer cierta satisfacción al estilo clásico más utilizado en nuestro periplo ciempuntesto, por lo menos ahora que ya puedo disfrutar muchísimo más en rutas equipadas de escalada deportiva donde reposar y caerme es un placer que me permite quedarme colgado en las alturas sin sufrir el más mínimo atisbo de miedo ni percibir riesgos mortales.
Sin embargo hoy 11 de mayo de 2013 hemos querido hacer un homenaje a estas tres formas de escalar empezando la mañana en el mismo orden que este artículo: Obón, el Peirón de la Costera Caliente en estilo clásico; Huesa del Común, Aguja Mitochi escalada deportiva y Caminreal, La piedra del Tolmo, en solo integral. Todo depende de que el nivel del escalador esté por encima o no de la dificultad elegida.
La piedra del Tolmo y las últimas luces del día se unen para volver a convertir este único e inolvidable momento en mágico
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