Esta tarde aprovechando la ola de frío polar que nos visita estos días y en busca del hielo turolense nos hemos ido a husmear uno de los rincones perdidos de la Sierra de San Just.
Una escalada rápida, rapidísma diría yo, junto a Sara, Mizar y Francisco que nos ha permitido disfrutar de la compañía y de la cascada congelada que existe bajo el encajonado barranco del río Sargal, cerca de la ermita de San Juan de Valdeconejos.
El hielo era demasiado fino y al final aprovechado el equipamiento del barranco hemos jugueteado en "top rope" intercambiando trastos entre unos y otros.
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