Antes de empezar a sufrir.
Debido a la curiosidad que
suscitan los topónimos en nosotros y a la falta de lugareños a las horas nocturnas
en las que llegamos de vuelta a Beceite, tuvimos que buscar este seductor
nombre en el traductor de Google. En Agulla veíamos claras raíces catalanas similares
a la castellana “aguja” pero tras pasar más de 5 horas buscando en aquel
laberinto de crestas y canales la base de la vía y permancer colgados en ella
otras tantas hasta alcanzar su cumbre, pensamos que quizá Fus proviniera más
bien de fustigación.
Realmente es su cautivadora y estética silueta la que llama la atención de los escaladores, enamorándolos de forma perturbadora, haciéndoles imaginarse junto a ella subidos en su delgada punta, encaramados a sus posibles itinerarios y acariciando sus redondeadas formas. Fus en realidad se traduce del catalán como huso: utensilio delgado de madera más grueso en el centro y terminando en punta hacia los extremos que se utilizaba para hilar la lana haciéndolo girar como una peonza.
Realmente es su cautivadora y estética silueta la que llama la atención de los escaladores, enamorándolos de forma perturbadora, haciéndoles imaginarse junto a ella subidos en su delgada punta, encaramados a sus posibles itinerarios y acariciando sus redondeadas formas. Fus en realidad se traduce del catalán como huso: utensilio delgado de madera más grueso en el centro y terminando en punta hacia los extremos que se utilizaba para hilar la lana haciéndolo girar como una peonza.
Luis en la precaria reunión colgada del segundo largo
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